El tema de las huertas se hace inminente

Posted by canal81 | Posted in COLUMNAS & energía | Posted on 23-03-2010

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Tengo un amigo con él escuchábamos Pink Floyd como a los 19 años en su parcela ubicada en las faldas de la cordillera de los Andes. En esos tiempos, y al compás de la setentera y sicodélica música, comenzaban nuestras primeras experiencias con la marihuana; mientras claramente divagábamos en silogismos abstractos inducidos por la cannabis.
Fuimos “yuntas”  por mucho tiempo hasta que la vida nos llevó por sitios distintos y con el tiempo nos dejamos de ver con la frecuencia de esos tiempos.
Hasta hace poco me topé con él por MSN y de modo muy escueto conversamos sobre el movimiento de la tierra que hace menos de un mes había sacudido esta parte del planeta. Entremedio de la conversación le pedí que leyera el texto de las ilustraciones que se publicaron en el Canal81 sobre el terremoto. Luego de leerlo me sugirió que faltaba informarle a los lectores de este medio, lo importante que era hacerse de una huerta propia por estos días. Minutos antes del enlace por MSN con mi amigo, ya había inducido  mis neuronas en una alta ingesta de marihuana, es quizás gracias a esto que finalmente pensé en que escribir sobre las huertas sería una buena idea… en fin, más allá de cualquier excusa, el tema de las huertas se hace inminente:

«Nuestro origen, como seres animales que somos, es la naturaleza. La mente del hombre evolucionó y se fue paulatinamente civilizando. Lamentablemente las ansias de poder del ser humano han utilizado la civilización como la materia prima de ese poder. De este modo nos hemos transformados en seres desconectados de nuestro origen fundamental, “La Naturaleza”. Llegar a escribirlo finalmente en estas líneas, quizás resulte sencillo, pero la desconexión es tan profunda que tardaremos en volver a reconectar si así lo deseamos.

La idea de la huerta puede ser el simple hecho de escarbar la tierra, dejar unas semillas, cubrirlas con tierra y cuidar con amor y paciencia las energías que se manifestarán ahí posteriormente. A partir de esta simple acción puedes llegar a cultivar para proveerte de alimentos, pero más importante que la cantidad, la importancia del ejercicio radica en la simpleza de conectarse con esa magia tan cotidiana pero tan olvidada. Dar agua a una semilla y luego nutrirla para que crezca, para que esa energía espaciada no sabemos dónde, comience a manifestarse como algún patrón determinado, ya sea una zanahoria, un pepino, un tomate, cannabis o llantén.

Es volver a estar cerca de nuestro origen, es como decir, “reconozco la desconexión que tiene el hombre con la naturaleza y yo busco volver a conectarla”. Es simple, y si tienes suerte hasta podrás entender que en esa simpleza está encerrada la magia más grande del universo.

Además, y sin querer sonar Anti-compiracionista, vivir en comienzos de un siglo tan raro no deja de inspirarme la necesidad de autoabastecerme aún que sea sólo de vegetales.

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